jueves, 2 de enero de 2014

"Escogida para el Altar"

CAPITULO 8 (PRIMERA PARTE)

AUTORIDAD

Como ya sabemos, existen autoridades constituidas en la sociedad con la finalidad de mantener el orden y la disciplina, y cada una tiene su poder y su función. Nosotros aprendemos desde pequeñas a respetar las autoridades, como por ejemplo a nuestros padres y a nuestros profesores.
Vemos en muchos casos cierta arbitrariedad cuando alguien abusa de su poder, usando criterios particulares para que se haga su voluntad, muchas veces sin que estos sean justos. El abuso de poder es en cierta forma (de mayor o menor manera) una dictadura.
Veamos como se comporta una persona autoritaria:
- Quiere ser la única que ejerza el poder.
- Comete arbitrariedades.
- Crea reglas propias para mantener su poder.
- Toma decisiones impulsiva-mente.
- Es agresiva con la persona que no coincide con ella.
- Quiere controlar los pensamientos.
- Censura las opiniones de los otros.
¿Todo esto puede suceder dentro de la iglesia? ¿Cómo una persona que es de Dios puede comportarse de esta manera? La autoridad y el poder son armas peligrosas, que pueden deslumbrar a muchos, incluso a aquellos que en un pasado fueron humildes y sumisos.
¿Quieres conocer a una persona? Dale autoridad, colócala responsable de muchas cosas, y de este modo podrás ver si es humilde, de lo contrario enseguida mostrará su carácter autoritario y orgulloso. Cuando vemos a una persona actuar de esta manera enseguida pensamos: “es muy arrogante”.
Muchas chicas piensan así: “¡Ah, si yo soy esposa de un pastor, tendré autoridad en la iglesia! Podré dar órdenes, mandar en las obreras y en la EBI, la gente me respetará más y voy a ser alguien más importante dentro de la iglesia”.
Pensamiento totalmente equivocado y fuera de la voluntad de Dios.
La esposa del pastor no tiene poder para dar órdenes en la iglesia. No manda en las obreras; tampoco en las esposas que estas subordinadas a ella; no tiene derecho de exigir algo del pueblo ni de los siervos de Dios. Nadie tiene la obligación de hacer alguna cosa para ella, si lo hicieran es por amor, no por una imposición de su parte. La esposa del pastor jamás debe aprovecharse de su posición para pedir favores personales o particulares, pues tanto los miembros como los obreros tienen un compromiso con las cosas que están relacionadas a la obra de Dios; ellos son siervos de Dios, no son nuestros siervos.
La autoridad espiritual que Dios nos da, es para ayudar, enseñar y exhortar a todas las personas con el objetivo de que ellas estén más cerca de Dios y crezcan espiritualmente, a fin de lograr la salvación.
Aquellos que usan su autoridad para humillar, avergonzar, estar dando órdenes, no hacen un buen uso de lo que Dios les dio.
La obediencia y el respeto que la gente muestra para los hombres y mujeres de Dios se debe a que reconocen en ellos una autoridad espiritual que les es otorgada por el propio Dios, y no una imposición.
La persona que entra en la obra de Dios con ese propósito no tendrá éxito ni será aprobada por el Espíritu Santo.
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. 1 Pedro 5:2-3

1 comentario:

  1. Es verdad el deseo de permanecer en el altar es sacrificio Diario,ayudar a más,darse para las personas,auxiliar a su esposo,ser mujer V.

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