lunes, 16 de diciembre de 2013

"Escogida para el Altar"

CAPITULO 6 ( PRIMERA PARTE )

SEGUNDAS INTENCIONES 

En los días de hoy, la sociedad en la que vivimos esta cada vez mas egoísta. Las personas pierden sus valores día tras día; abandonaron la sinceridad, la honestidad y hacen cualquier cosa para que sus intereses prevalezcan por encima de todo. Esta es la sociedad de la doble intención. En la actualidad es difícil encontrar a personas sinceras, ya que esconden sus verdaderas intenciones para beneficio propio, y esto es normal en este mundo. Sin embargo no debe ser así para una persona que entregó su vida para el Señor Jesús y quiere servirlo.
La única intención de la persona que quiere servir a Dios en el altar es exclusivamente ganar almas. Ella tiene este deseo de servir a Dios sin importarle a dónde o si tendrá algún beneficio. Lo más valioso que ella recibió es la nueva vida y su salvación, para ella eso es todo, así ya está completa. La persona está en sintonía directa con Dios, y su intención pasa a ser la intención del propio Dios, y esto es: ¡almas!
Pero infelizmente existen aquellos que quieren sacar provecho con la obra de Dios sin preocuparse por ganar almas, apenas pensando en su propia vida. Tales personas poseen una ganancia personal escondida con una segunda intención.
Vamos a considerar algunas intenciones que muestran que la persona tiene razones equivocadas cuando dice querer dejar todo para servir a Jesús:
• Tiene muchos problemas en casa y quiere alejarse de la familia, entonces piensa que la mejor solución es casarse con un pastor y salir de casa tan pronto como sea posible.
• Mira a las esposas de los pastores y siente una gran admiración por ellas y tiene el deseo de ser igual. Piensa que tienen una vida perfecta y que no pasan por luchas.
• Cree que si hace la obra de Dios tendrá la oportunidad de viajar a distintos lugares y países, porque el hombre de Dios no se queda en el mismo lugar y eso le llama la atención.
• Tal vez nunca tuvo la oportunidad de estudiar, vive una vida de recursos limitados y ve en la iglesia la oportunidad de estar bien, de tener una vida estable, al menos comida y alojamiento no faltará.
• Como hablamos en uno de los artículos anteriores, le gusta el auxiliar y se quiere casar, incluso sabiendo que no siente el más mínimo deseo por la obra de Dios, cree que el amor será suficiente.
• Es el sueño de los padres, que sirva a Dios en el Altar, pero en realidad, la persona no tiene ese deseo, ni ese llamado, entonces no podrá dar fruto.
Así que, analiza bien cuáles son tus verdaderas intenciones, para que Dios pueda honrarte en todo lo que hagas.
Sé verdadera, porque aunque puedas esconder de todos tus verdaderas intenciones, ¡de Dios jamás esconderás nada! El sabe todo lo que está en tu mente, en tu corazón. Él es un Dios de verdad y lo que Lo sirven deben ser verdaderos.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12

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