lunes, 7 de octubre de 2013

"Escogida para el Altar"

CAPÍTULO 1 / PRIMERA PARTE
NUEVO NACIMIENTO
Servir a Dios en el altar es una cosa gloriosa, pero hay muchas personas que tienen dudas, si tienen un llamado de Dios para servir en el altar o si es sólo una emoción.
¿Qué representa el Altar?
Observamos en la Biblia varios relatos de hombres de Dios que levantaban altares para el Señor. Era una manera de adorar a Dios, establecer pactos con Él, celebrar alianzas o dejar para las generaciones futuras como marco de los grandes hechos que el Señor realizaba entre Su pueblo. Desde el punto de vista espiritual el Altar representa lugar de sacrificios. En él sacrificamos nuestra voluntad y nos colocamos en condición de siervos.
Podemos así entender que el Altar es un lugar consagrado, dedicado a Dios, en donde la persona se compromete a entregarse por completo y a mantener una vida de rectitud y renuncia, viviendo solamente para hacer la voluntad de Dios.
Para empezar vamos a hablar sobre el nuevo nacimiento, un requisito para aquéllos que realmente quieren servir a Dios en el altar y ayudar a aquellos que sufren.
No debemos confundir las bendiciones con el nuevo nacimiento, pues las bendiciones se conquistan por la fe y para esto no es necesario nacer de Dios, cualquier persona que hace uso de la fe logra sus beneficios.
Recuerdo cuando llegué a la iglesia, como fui leyendo la Palabra de Dios y con el aprendizaje en las reuniones, mis ojos fueron abiertos, así que acepté la Palabra y me convertí a ella. Recibí milagros, como ya sabes mi testimonio, pero mi encuentro con Dios surgió después de casi dos años.
El nuevo nacimiento es algo en tu interior, cuando se cambia de verdad por dentro y te sientes fuerte, ya no hay dudas o miedos, ni tristeza en tu corazón, el Espíritu Santo está contigo y esa certeza nadie puede arrancarla, porque sólo tú conoces tu antes y tu después.
Ese momento es tan determinante que te transformas, nunca mas serás la misma persona. Es como si empezaras a vivir a partir de ese día y todo tu pasado se borrase.
No te dejes engañar, si has sido bendecida, o cambiaste en algunas aspectos, pero tus pensamientos y actitudes, los malos designios y la tristeza continúan, el nuevo nacimiento no ha sucedido todavía.
La persona que no ha nacido de Dios no tiene una estructura espiritual para servir en el Altar, no soportará el fuego de la obra de Dios.
Aquí notamos la importancia de que el siervo nazca de Dios, porque son muchos los que vemos caer por el camino, abandonar la fe, e incluso avergonzar el nombre del Señor Jesús; pensaban que tenían el Espíritu Santo y en realidad no lo tenían. Cuando llegaron los desiertos y las dificultades desistieron y dejaron todo atrás.
Así es que a veces escuchamos la frase "no es lo que yo esperaba, pensé que sería diferente, esto no es para mí", la persona que habla así no tuvo un llamado para el Altar, tal vez estaba imaginando que sería algo que agradaría su carne y nunca supo el verdadero significado de la palabra renuncia, entonces no se sentirá feliz y realizada.
Los llamados al Altar son conscientes de que ya no tienen vida propia, su vida es en función de las almas, es servir a Dios, quien no está dispuesto a esto no puede servir en el altar.
Si tienes el deseo, pero no has tenido un verdadero encuentro con Dios, entonces ¡a trabajar se ha dicho!, vamos a comenzar a buscar, dejando todo lo que no agrada a Dios y estar dispuestos.
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Juan 3:5
CONTINUAMOS EL JUEVES! Tengan un día bendecido 

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